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lunes, 14 de noviembre de 2011

Origen de la Fuerza Aérea Mexicana en la Laguna

La Aviación en México nació junto con la Revolución Mexicana; el 30 de noviembre de 1911 Francisco I. Madero se convirtió en el primer jefe de Estado en volar en un avión (http://drsamuelbanda.blogspot.com/2011/11/el-primer-vuelo-presidencial-de-la.html), en abril de 1913, Manuel Mondragón, Secretario de Guerra y Marina, autorizó que Miguel Lebrija y Juan Guillermo Villasana, lanzaran bombas desde el aire sobre blancos ubicados en el Campo de Balbuena; asimismo ordenó, que se organizara lo que se llamó la “Escuadrilla Aérea de la Milicia Auxiliar del Ejército“. El 14 de abril de 1914 en Topolobampo, Gustavo Salinas Camiña y Teodoro Madariaga, a bordo del biplano “Sonora“, lanzaron bombas contra el buque de guerra “Guerrero” que atacaba al cañonero "Tampico", cuya tripulación se había revelado contra el usurpador Victoriano Huerta, siendo éste el primer combate aeronaval del mundo, finalmente el "Guerrero" optó por abandonar su objetivo y huir. Durante el sitio de Naco, Sonora, en 1914, se dio uno de los primeros combates aire-aire de la historia, cuando los pilotos mercenarios Dean Lamb, del bando de Carranza, y Phil Rader, del lado villista, se dispararon desde sus aviones con sus pistolas, pero sin hacerse ningun daño. Pancho Villa tambien empleó algunos aviones Wright que compró a un circo norteamericano, contando incluso con auténticos aeropuertos transportados por tren, ademas, la Expedicion Punitiva del General Pershing contra Villa tambien empleó aviones Curtiss Jenny como apoyo.
El 5 de febrero de 1915, Venustiano Carranza, en su calidad de primer Jefe del Ejército Constitucionalista, expide el decreto para crear el Arma de Aviación Militar, hoy conocida como Fuerza Aérea Mexicana.


No obstante, en 1912, en nuestra querida Comarca Lagunera, se dio el que puede considerarse el primer antecedente de la aviación militar nacional. Es un hecho que prácticamente nadie en la región conoce.

Luego del triunfo de la Revolucion Maderista, no fue fácil para Madero cumplir todas las demandas de la poblacion, por lo cual enfrentó varias rebeliones, siendo la mas recordada la de el chihuahuense Pascual Orozco, Madero comisionó a Victoriano Huerta para darle caza, y utilizó una pequeña unidad aérea con fines de patrullaje en su campaña contra el principal ejército orozquista en el norte del país.

 

Torreón había sido tomada por los maderistas en mayo de1911. Había muertos de ambos bandos, lugares incendiados y saqueados. La ciudad cayó en una anarquía donde al final, los revolucionarios se impusieron. Un año después la calma era frágil. En 1912 la ciudad estaba fuertemente sitiada por el ejército federal. Vagones y vagones del ejército llegaron a Torreón, fuertemente armados. Disputada fuertemente por federales y orozquistas, Torreón era una plaza importante, no sólo por su economía, también porque era un estratégico nudo ferroviario entre Chihuahua, Nuevo León y Estados Unidos. Tomar La Laguna implicaba el acceso a vías de comunicación como el ferrocarril, pero también el abastecimiento económico a través de los impuestos de guerra o “prestamos forzosos” a las haciendas e industrias de la región.

Como ya se dijo arriba, Madero efectuó el primer vuelo “presidencial” del mundo, esto de alguna manera influyó para que decidiera incorporar aeronaves al ejército, hizo los arreglos con la compañía Moisant (la misma con la que voló Madero) para comprar 6 aviones y entrenar pilotos.

John Héctor Worden, piloto norteamericano, era descendiente de indios cherokees, nacido en New York en 1885, estudió aviacion en Belgica y se unió al equipo de pilotos de la Moisant Aviators, en 1912 fue comisionado por la compañía, para llevar 2 de los 6 aviones pedidos por México, que pasaron a formar parte de la división del Norte al mando del general Victoriano Huerta, en su campaña contra Orozco.
El 31 de julio de 1912 llegaron a Torreón Worden y el piloto mexicano Francisco Álvarez, junto con los aeroplanos Moisant-Blériot, uno con motor de 50 caballos de fuerza, y el otro con 100, para ser utilizados en la campaña contra los orozquistas. Worden se convirtió oficialmente en el primer piloto militar de México, al ofrecérsele a su llegada un contrato por parte del gobierno para volar como mercenario en misiones de reconocimiento y bombardeo para el ejército.
El primero de agosto se efectuaron las primeras pruebas de los aeroplanos, uno de los aparatos, el de 50 caballos, fue piloteado por Worden, pero las pruebas no dieron buenos resultados. Entre militares y curiosos, el pequeño y ligero monoplano fue probado en las proximidades del río Nazas en la vecina ciudad de Gómez Palacio. Justamente en los llanos donde estaba el Parque Atlético de beisbol (hoy Estadio Gómez Palacio). 
El Bleriot XI empleado por las fuerzas de Victoriano Huerta en las proximidades del Río Nazas, al fondo, los cables de la antigua línea del tranvía. Para mayor detalle de los tranvías de la Laguna ver: http://drsamuelbanda.blogspot.com/2011/10/historia-del-tranvia-de-torreon-lerdo.html

El cerro de las Calabazas como comparativa a la foto de 1912, para darnos una idea de donde estaba el avion. Puente Rojo sobre el Nazas, evidentemente, ya no hace honor a su nombre
Las maniobras se efectuaron en las primeras horas de la mañana, buscando las mejores condiciones climáticas, en el primer intento el aparato se elevó cosa de doce metros, por espacio de tres minutos, para recorrer dos kilómetros y caer al suelo. Se dijo que el “aterrizaje” fue intencional pero que el terreno en que se hizo resulto inapropiado para ello, de hecho, cayó a un lado del estribo sur del puente del tranvía, del lado de Torreón. Pasados algunos minutos se emprendió otro vuelo casi al ras del suelo y el aparato cayó de frente, hundiéndose la hélice en la tierra.
El acontecimiento de los aviones causó una gran expectación entre los laguneros, ya que posiblemente fue la primera vez que un objeto de esta naturaleza volaba por la región.
El estadounidense Hartford Miller, que se encontraba en la ciudad, tomó las fotos de los aparatos, imágenes actualmente propiedad del municipio de Torreón.

Dos días más tarde, después de laboriosos preparativos llevados a cabo por Osorio Mondragón, se efectuaron con éxito las pruebas de vuelo. Desde el parque Atlético, a las 6:30 a. m. Héctor Worden realizó un vuelo de treinta y un minutos. Se elevo a 1,200 pies e hizo maniobras que le valieron aplausos. Después el piloto Francisco Álvarez intento subir, viéndose precisado a “aterrizar” como a cuarenta metros del punto de partida, por una racha de viento. La comisión militar encargada por el gobierno para recibir los aparatos se retiró satisfecha

Los 2 monoplanos y sus instalaciones
El domingo 4 de agosto se realizaron más vuelos, gran parte de la población lagunera se reunió en el Parque Atlético a ver los aviones. Toda la mañana los tranvías eléctricos que unían a Torreón, Gómez Palacio y Lerdo estuvieron transportando personas al parque. Allí los aviadores Héctor Worden, y Francisco Álvarez, hicieron pruebas para ver si dichos aparatos serían de utilidad en los servicios de exploración en el campos donde operaban las fuerzas rebeldes, objetivo para el que fueron adquiridos. En las pruebas Álvarez, al hacer una evolución, tropezó con los cables del tranvía y el aparato se vino a tierra. El piloto salió ileso del accidente pero las fuertes corrientes de aire motivaron la suspensión de los ejercicios. A pesar de esto el capitán Vázquez Shafino, representante del presidente de la república, quien vino expresamente a presenciar las pruebas, quedó muy satisfecho de las maniobras que efectuaron los aviadores. No obstante, Victoriano Huerta, desconocedor de las ventajas que podía ofrecer la aviacion a su campaña, no manifestó más interés en los aviones y los pilotos desaparecieron del ámbito nacional.

Cuando Worden regresó a los Estados Unidos publicó un artículo en la revista “Aircraft” sobre la utilidad del poder aéreo en las acciones militares. En dicho relato, Worden hace referencia a las aplicaciones de la aviacion en observación, dirección del fuego de la artillería, vigilancia, escolta, ataque y bombardeo. Pone ejemplos prácticos para cada una de esas aplicaciones y asegura que la Primera Batalla de Rellano, (Jimenez, Chih. 24 de marzo de 1912), que consistió en el lanzamiento de una locomotora cargada de dinamita contra un tren federal, no habría tenido éxito si se hubiera contado con un aeroplano de observación que hubiera ido delante del tren militar. En cuanto al combate de Bachimba, Chih (derrota definitiva de Orozco), éste pudo haber resultado aún más aplastante, breve y económico en hombres y material, si desde el aire se hubiera dirigido el fuego de la artillería.

Worden termina su relato de manera profética: “La opinión absoluta del autor es que en el futuro el aeroplano no sólo será un valioso bien para un ejército, sino una necesidad absoluta”.

La guerra que estaba por desatarse en Europa en los siguientes años, le dio la razón.

El próximo 1 de agosto de 2012 se cumplirán 100 años de aquel vuelo historico, como ya dije, la mayoría de la poblacion lagunera desconoce el hecho, pero recientemente se abrió al público el Museo Nacional de la Aviacion, el Espacio, la Ciencia y Tecnología, ubicado en Torreon, cerca del Instituto Tecnologico de la Laguna, ahí pueden admirarse fotos del hecho, junto a otras piezas de aviación y un helicóptero Mi-2 donado por la Armada de México (este helicoptero fue traido por tierra y a su traslado por las calles causó el pánico entre algunos incautos).

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